Los ejercicios con el propio peso corporal son el sello distintivo de un atleta: los gimnastas en particular son maestros en esto. Pero lo que alguna vez fueron las herramientas de entrenamiento de los olímpicos y los acróbatas, ahora son elementos básicos en los gimnasios y en los entrenamientos de muchos deportistas.
Desde el arte del movimiento hasta la coordinación neuromuscular,
hay una serie de razones por las que el entrenamiento con anillas de gimnasia es eficaz para todos.
En este post te mostramos las razones por las cuales deberías incorporar las anillas en tus entrenamientos.
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Trabajan músculos que ni sabías que existían
Los ejercicios convencionales simplemente no puede compararse con la estimulación de los músculos más profundos que sí se estimulan entrenando con las anillas olímpicas. La inestabilidad de esta herramienta te impulsa a un nivel superior de intensidad para llevar a cabo, por ejemplo, un ejercicio como las dominadas. Además de tener que realizar la dominada en sí, tu cuerpo debe estabilizarse por sí mismo, reclutando más fibras musculares en el proceso.
Son increíblemente versátiles
Se pueden colocar en casi cualquier lugar y ajustar la altura para realizar tanto ejercicios de tracciones como de empujes. Incluso puedes colocar las anillas a diferentes alturas para conseguir entrenamientos únicos y ponerte a prueba.
Permiten jugar e inventar
Nos gusta variar en nuestros entrenamientos y es innegable que las anillas permiten ser algo creativos. En lugar de entrenamientos motones típicos de gimnasios, preferimos realizar ejercicios multiarticulares más retadores y completos. Entrenar con anillas olímpicas nos permite probar movimientos más dinámicos además de los básicos y añadir ejercicios con rotación, inestabilidad, entre otros.
Se adaptan a tus articulaciones
La gran diferencia entre entrenar con anillas y entrenar en barras es que las primeras se adaptan a tus articulaciones y no al contrario. Por ello, serás capaz de adaptarte a posiciones más naturales y evitar una sobrecarga en los ligamentos y tendones. La habilidad de cambiar de agarre y posición también previene algunos dolores de hombro y te ayudan a realizar entrenamientos más efectivos.
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Crean super-fuerza
No hay nada como ver a un gimnasta entrenar para darse cuenta de la increíble fuerza que han logrado. Hacen que parezca fácil, pero la realidad es que esto requiere una admirable fuerza. Por supuesto, esta ‘super-fuerza’ no la han logrado simplemente realizando incontables repeticiones y series, sino añadiendo también más dificultad con lastres y realizando otros ejercicios fuera de las anillas.
Te ayudan a ganar movilidad
Además de conseguir fuerza, las anillas olímpicas te ayudan a ganar movilidad. Lo cual es necesario para prevenir lesiones en muchos casos. Al realizar rangos completos en tus entrenamientos estás asegurando, por ejemplo, una buena movilidad de hombros y muñecas.
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